Después de superar 5-2 a los Toronto Maple Leafs en el juego final de su calendario de temporada regular en la Amerant Bank Arena, los Panthers capturaron el cuarto título divisional de su historia, capturando el cetro de la División Atlántico.
“Ha sido un año loco, pero creo que a lo largo de todo solo éramos nosotros y Boston en cierto modo el asiento del conductor de la división”, dijo el delantero de los Panthers Matthew Tkachuk. “Fue de un lado a otro. Para que podamos aguantar hoy después de estar abajo y remontar para ganar, estábamos mirando el marcador. Sabíamos que en el tercero si ganábamos lo conseguiríamos. Significa mucho para nosotros tener ventaja en el hielo en casa”.
Y así fue. Los Maple Leafs tomaron ventaja de 2-0 después de los primeros 20 minutos, gracias a los goles de John Tavares, en power play a los 3:25, para abrir el marcador y luego a los 11:18 el segundo tanto, por parte de Noah Gregor.
Pero los Panthers salieron con el cuchillo entre los dientes para el segundo periodo, cambiando su actitud sobre el hielo y con una determinación que hizo recordar a ese equipo heroico de 2022-23 que desde la última plaza en los playoffs logró lo impensable para llegar a la serie por el título.
Florida anotó cuatro goles sin contestación, comenzando por el 2-1 de Carter Verhaeghe a los 28 segundos de haberse puesto en marcha el segundo lapso, luego el del empate a los 10:32 por obra de Sam Bennett, seguido del 3-2 para tomar la ventaja de Sam Reinhart, su gol 56 de la campaña solo 10 segundos después de haber empatado y Brandon Montour coronó a los 13:42 un tercio de abundancia para los locales y voltear la mesa por 4-2.
“Fue bueno en la recta final y este partido me gustó especialmente”, dijo el entrenador en jefe de Florida, Paul Maurice. “El segundo periodo fue la primera vez en mucho tiempo que lucimos como debíamos lucir. Podías sentirlo, sentir el nivel de energía en la banca. Es una buena manera de llegar a los playoffs y no es la victoria, sino el estilo de hockey que quieres jugar”.